La carencia de vitamina D y sus riesgos

Por: Olivia Cristina

Descubra los síntomas y riesgos de tener carencia de vitamina D en su organismo

La carencia de vitamina D es uno de los problemas de salud más importantes que afectan a nuestro organismo, junto con otras vitaminas y minerales. Por desgracia, debido a nuestra vida moderna y acelerada, a la dependencia de los alimentos procesados y a la falta de hábitos alimentarios saludables, nuestros niveles de vitamina D han ido disminuyendo.

La vitamina D desempeña un papel crucial en el cuerpo humano, ya que influye directamente en la salud ósea, el sistema inmunitario e incluso el buen funcionamiento del corazón y los músculos. La deficiencia de vitamina D es un problema de salud que puede afectar a personas de todas las edades y procedencias. En este texto, exploraremos las causas, los síntomas y las consecuencias de la deficiencia de vitamina D.

Causas del déficit de vitamina D:

La principal fuente de vitamina D para el cuerpo humano es la exposición a la luz solar. Cuando la piel se expone a la luz solar ultravioleta B (UVB), sintetiza vitamina D. Sin embargo, varias circunstancias pueden provocar una carencia:

  1. Falta de exposición al sol: Vivir en zonas con inviernos rigurosos, pasar la mayor parte del tiempo en interiores o llevar ropa que cubra la mayor parte del cuerpo puede reducir la exposición al sol. En este sentido, la recomendación es exponerse al sol durante al menos 10 o 15 minutos al día, con la protección adecuada, por supuesto.
  2. Pigmentación de la piel: Las personas de piel más oscura tienen más melanina, lo que puede limitar la producción de vitamina D en la piel. En este contexto, el intervalo ideal para cada organismo se sitúa en torno a 60-70 nmol/L de vitamina D en verano y 50 en invierno.
  3. Edad avanzada: La capacidad del cuerpo para producir vitamina D disminuye con la edad.
  4. Problemas de absorción intestinal: Los trastornos gastrointestinales, como la enfermedad celíaca o la enfermedad de Crohn, pueden dificultar la correcta absorción de la vitamina D.
  5. Enfermedades renales: Las personas con enfermedad renal pueden tener niveles reducidos debido a la inactividad de las enzimas de la vitamina D, que deben ser convertidas por las enzimas renales. Si el riñón no funciona con normalidad debido a una enfermedad, puede tener dificultades para convertir la enzima.
  6. Desequilibrios hormonales y receptores de vitamina D resistentes

Síntomas del déficit de vitamina D:

  • Debilidad muscular: La vitamina D desempeña un papel fundamental en la función muscular, y su ausencia puede provocar debilidad.
  • Dolor de huesos: La carencia de vitamina D se asocia a problemas óseos como la osteoporosis y el raquitismo en los niños.
  • Fatiga: Las personas con niveles bajos de vitamina D pueden sentirse más cansadas y tener menos energía, lo que provoca una sudoración excesiva, sobre todo en la cara.
  • Depresión: Los estudios sugieren que la vitamina D está relacionada con el bienestar mental, y su ausencia puede contribuir a los síntomas depresivos.
  • Sistema inmunitario debilitado: Unos niveles bajos de vitamina D pueden provocar dificultades en el sistema inmunitario para defenderse de las infecciones y la inflamación. Además, los estudios indican que las personas con deficiencia de vitamina D tienen mayor riesgo de desarrollar artritis reumatoide, diabetes de tipo 1 y esclerosis múltiple.
  • Cambios de humor: La serotonina (la hormona de la felicidad) sólo se produce en el organismo cuando éste tiene niveles suficientes de vitamina D. Por lo tanto, unos niveles bajos no pueden producir la hormona, lo que provoca episodios de estrés y cambios de humor.
  • Problemas de visión: Los niveles bajos pueden afectar a la retina y causar ceguera nocturna y alteraciones visuales.
  • Curación lenta: Junto con las vitaminas K y A, la vitamina D desempeña un papel único a la hora de facilitar una curación rápida y eficaz.
  • Uñas débiles: La vitamina D puede afectar a los niveles de calcio del organismo, provocando la descamación, fragilidad e incluso flexibilidad de las uñas.
  • Dificultad para concebir: La falta de vitamina D afecta a la producción de colesterol, que es importante para la producción de hormonas sexuales.

Otros síntomas:

Otros síntomas comunes son dolores corporales inexplicables, sudores en la cabeza, infecciones frecuentes, aumento de peso, caída del cabello, enfermedades infecciosas como aftas y úlceras bucales, así como dolor en la boca debido a la pérdida de calcio.

Consecuencias de la deficiencia de vitamina D:

A largo plazo, la carencia de vitamina D puede tener graves consecuencias para la salud. Además de los problemas óseos mencionados, se ha asociado a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes de tipo 2, cáncer y trastornos autoinmunitarios.

Por ello, es esencial mantener unos niveles adecuados de vitamina D mediante la exposición a la luz solar, la dieta y, cuando sea necesario, la administración de suplementos. Si sospecha que padece una deficiencia de vitamina D, es aconsejable que consulte a un profesional sanitario para que le evalúe y le ofrezca el tratamiento adecuado.

Fuentes de vitamina D:

El sol es uno de los grandes aliados a la hora de aumentar los niveles de vitamina D del organismo. Sin embargo, es importante recordar utilizar protector solar para prevenir quemaduras y efectos nocivos a largo plazo en la piel, como envejecimiento prematuro, manchas y la posibilidad de sufrir cáncer de piel.

Además, hay una larga lista de alimentos que pueden ayudar a aumentar sus niveles, entre ellos:

  • Yema de huevo
  • Atún
  • Salmón
  • Hígado de pollo
  • Tilapia
  • Hígado de ternera
  • Sardinas
  • Setas, y muchos más.

Cómo determinar si su nivel de vitamina D es bajo:

Si experimenta alguno de los síntomas y molestias mencionados anteriormente, es aconsejable que consulte a un médico para que analice su caso y decida cuál es el mejor enfoque para la administración de suplementos de vitamina D si realmente se trata de este problema. Además, puede someterse a un análisis de sangre de vitamina D, también conocida como 25-hidroxivitamina D o 25(OH)D. Los valores de referencia son:

  • Superior a 20 ng/mL: Valor para una persona sana con niveles adecuados de vitamina D.
  • Entre 30 y 60 ng/mL: Valor recomendado para ancianos, mujeres embarazadas y pacientes con afecciones relacionadas con la deficiencia de vitamina D, como raquitismo o enfermedad renal.
  • Entre 10 y 20 ng/mL: Valor bajo con riesgo de pérdida ósea y posibilidad de desarrollar síntomas y enfermedades.
  • Menos de 10 ng/mL: Valor extremadamente bajo, que a menudo requiere suplementos de medicación.

Entonces, ¿disfrutaste aprendiendo más sobre la vitamina D? Comparta sus pensamientos con nosotros en los comentarios y no olvide compartirlos con sus amigos y familiares.

Apasionado de la literatura y la tecnología. Profundizando en la Biblia y los temas religiosos, tiende un puente entre la sabiduría antigua y la cultura juvenil. Escribir es tu conversación con el mundo.